En el movimiento comunista español el KKE goza de no pocos seguidores. Estos argumentan que se trata de un partido comunista fuerte, sólido, quedándose prendados de sus fabulosos desfiles de banderas y de su control sobre buena parte del movimiento sindical griego.

No negaremos que a nivel de folklore, de propaganda y exhibición callejera, el KKE resulta un partido atractivo, pero como aquí de lo que se trata es de hacer la revolución, y para eso creemos hace falta un partido marxista-leninista, pues no lo consideramos suficiente, echo que nos lleva a algunos, a intentar analizar más profundamente la línea política y la práctica de este partido, más aun con la situación de revuelta social que vive Grecia.

Y es en ese análisis donde observamos que el mito del KKE hace aguas por todos los lados; lejos de ser un partido que se tome en serio la tarea de hacer la revolución proletaria, el KKE todavía juega con las escasas ilusiones democráticas de la clase obrera griega, promoviendo un nefasto parlamentarismo, consiste en intentar ganar cada vez más y más diputados. En lugar de orientar el movimiento de masas hacia la destrucción del sistema capitalista, el KKE lo manipula introduciendo la consigna “Elecciones anticipadas”, intentando hacer creer con esto, que los problemas de la clase obrera griega se pueden resolver en el marco del parlamento, lo cual es completamente absurdo si se tiene en cuenta el sometimiento que sufre dicho país por parte de la UE y el FMI.

No solo no se lanza a la tarea de impulsar una lucha militar, que hoy por hoy contaría con el respaldo de buena parte del proletariado y las capas populares griegas, sino que cae en el juego burgués de las condenas, rechazando los disturbios y acusando a los que participan en ellos de infiltrados y elementos provocadores. No es una posición muy diferente de la de ciertos ultrapacifistas patrios de los movimientos populares, que animan a la gente en Internet y en la calle, a señalar a los “radicales” y llevarlos ante la policía; los adornos seudo revolucionarios del KKE y su lenguaje aparentemente radical, no provocan que de fondo sigan manteniendo idéntica línea que estos aspirantes a chivatos. A nosotros no nos engañan.

Y no es que los encapuchados sean en su mayor parte, el “ejemplo a seguir en Grecia”. En nuestra opinión, si queremos derribar al sistema capitalista tenemos que dotarnos de partido comunista y está claro que los anarquistas y autónomos no trabajan en esa dirección aunque sí que sea cierto que son infinitamente más revolucionarios y consecuentes que los comunistas que se reúnen con partidos de derechas para “calmar” a las masas. No es casualidad, que el sector más combativo del pueblo griego y en especial su inquieta juventud, se organice en torno al anarquismo, pues el marxismo está quedando sumamente desprestigiado gracias a la línea reformista del que se muestra como principal defensor del mismo en Grecia.

Si nos atenemos a ejemplos concretos no tenemos por qué irnos muy lejos en el tiempo. En las recientes revueltas, donde los propios manifestantes intentaron quemar el parlamento los popes del KKE decían lo siguiente ““Los manifestantes permanecieron por más de 6 horas en las calles, organizaron, formaron enormes contingentes con los brazos unidos entre sí, sin miedo, a pesar de la orgía de represión y de la actividad de los provocadores que quemaba los edificios en el centro de la ciudad. Era un plan de represión del estado salvaje y desnudo que utilizaba otra vez a los encapuchados.” Estos señores no se conforman con no actuar de manera consecuente, sino que señalan directamente por donde deben ir los tiros de la represión, así es natural que jamás se haya visto muestra de solidaridad alguna por parte del KKE hacia las decenas de revolucionarios encarcelados en las prisiones griegas.

Este comunicado no es un hecho puntual dentro de la trayectoria del partido comunista griego; su respeto a la legalidad ha llegado a extremos tales como aplaudir a las fuerzas policiales del estado, la mismas que golpean y vejan a los trabajadores. Se puede comprender, que algunos elementos de su frente sindical caigan en esas posiciones, pero no que un partido revolucionario las apruebe o calle; los marxistas siempre han rechazado a los cuerpos represivos del viejo estado, el brazo armado de los ricos a quienes pretendemos arrancarles el poder.

En las revueltas que sobrevinieron al asesinato del joven libertario Alexandro Grigoropulos, el KKE se dedicó a organizar manifestaciones legales junto al engendro denominado SYRIZA (una especie de izquierda unida) al tiempo que criticó y rehusó participar en las tomas de radios, asaltos a grandes almacenes o enfrentamientos con los cuerpos policiales llegando a afirmar que los disturbios estaban influenciados por intereses extranjeros (suponemos que se referirán a la CIA o similares). Semejantes afirmaciones son típicas de los partidos revisionistas de todo el mundo, a los que bien les gustaría sustituir la lucha de clases por cúmulos de conspiraciones y contra conspiraciones; según esa regla de tres, la realidad ya no se movería por la lucha entre opresores y oprimidos, sino a través de organizaciones secretas en la sombra tan todopoderosas que puedan tener a su sueldo a miles de jóvenes y obreros “revoltosos”.

Respecto a sus relaciones internacionales, el KKE se junta con todo aquel que le baile el agua, incluyendo al PCE-IU a quien le manda felicitaciones en su 90 aniversario (estableciendo una continuidad entre el glorioso PCE de la guerra civil, y el actual engendro casi disuelto en la socialdemócrata IU); de la guerra popular en la india, por poner un ejemplo, no tienen nada que decir y eso que apoyar la lucha guerrillera en países lejanos es relativamente sencillo. El internacionalismo es un principio  fundamental de los partidos comunistas y no consiste en un apoyo acrítico a todo lo que huela a rojo fuera de tu país, sino en defender a las fuerzas verdaderamente comunistas y revolucionarias, al tiempo que se potencia el debate con estas y se combate a los revisionistas y oportunistas de todo pelaje…no es coherente llevar un discurso y una práctica comunista en tu país (que no es el caso) y una línea anticomunista para tus relaciones y posicionamientos internacionales. El hecho de que el KKE sea crítico con el socialismo del siglo XXI o la China fascista, no significa que tenga carta blanca para aliarse con partidos como el PTB que son arduos defensores del capitalismo al estilo chino y electoralistas populistas.

La posición que el KKE viene teniendo en Grecia, no es diferente a la de otros grupos en el pasado; al mismo tiempo que participa e incluso da impulso al movimiento obrero y popular, intenta tenerlo controlado y lo orienta a fines oportunistas como tener un mejor resultado en el parlamento o a lo sumo pequeñas reformas que acabarán teniendo que eliminarse como consecuencia de la agravación de la crisis capitalista. En Italia, el gran partido comunista italiano condenó las revueltas del otoño caliente y a las brigadas rojas, en Francia el PCF tuvo una actitud vacilante ante el mayo del 68 y finalmente acabó por traicionar al movimiento, en España los GRAPO y el MLNV han recibido toda clase de descalificativos agresivos y embustes por parte de la amplia izquierda parlamentaria subvencionada. Son en todos los casos partidos que se encuentran por detrás y no por delante de lo más avanzado de la clase obrera, van a la retaguardia y no a la vanguardia.

Será algo natural que los partidos revisionistas, busquen con el recrudecimiento de la lucha, un mejor camuflaje para infiltrarse dentro del movimiento popular y reforzar sus filas con algunos incautos; adoptarán, como hace el KKE, una verborrea comunista y revolucionaria pero su práctica les acabará delatando como sucede en Grecia. Aquí en el estado español podemos imaginarnos cuál será la actitud de las sucursales del KKE cuando la lucha sea tan o más dura como en Grecia, será entonces cuando se levanten las cartas y por fin veamos quien es quien, si es que no lo estamos viendo en hechos como los sucedidos el 1 de mayo de 2011 en Barcelona. Nosotros esperamos que lo más avanzado del pueblo trabajador les de la espalda y que, como en Grecia, se impulse el boicot a sus dirigentes (que no a sus bases honestas).

“En lugar de orientar el
movimiento de masas hacia la
destrucción del sistema
capitalista, el KKE lo manipula
introduciendo la consigna de
elecciones anticipadas
intentando hacer creer con
esto, que los problemas de la
clase obrera griega se pueden
resolver en el marco del
parlamento”